Me empeño en editar revistas taurinas porque es la forma que encontré de vincularme con la cultura a la que pertenezco. Esta vez, acompañada por amigos y colaboradores, quienes han invertido gran parte de su vida a estudiar y reflexionar sobre este fenómeno que nos une.
En este número abordamos lo que significa para nosotros la Plaza de Toros, lo que nos permite ser y vivir como taurinos, para reconocer en ella la profundidad de su valor y su significado para la humanidad como un templo, y también la explícita verbena que alberga el interés legítimo por el Toro Bravo.
Estoy segura que divulgar nuestra historia, opiniones y obras taurinas, nos permitirá cerrar un tanto el camino hacia la prohibición, porque escribir es también una forma de luchar.
Hacia el final de esta edición, encontrarán un apartado de entretenimiento, en el que presentamos un singular documental taurino, y los retamos con un crucigrama hecho con los nombres de los toros y las ganaderías que lograron el indulto en La Plaza México.
En dos meses volveremos, con más textos y la respuesta al crucigrama. Mientras tanto...
que nunca nos falte el Toro...
Gabriela Guevara
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